La Formación Profesional Básica, el nuevo camino alternativo para los alumnos de ESO que van peor en los estudios, no será una vía muerta para decenas de miles de jóvenes como se había dibujado en los primeros borradores de la reforma que impulsa el Gobierno. Según la tercera versión del anteproyecto —que el Ministerio de Educación acaba de mandar al Consejo de Estado—, los alumnos que se titulen en FP Básica tendrán ahora acceso directo a la FP de Grado Medio sin necesidad de aprobar un examen de admisión.
El nuevo texto también insiste en la importancia de las lenguas cooficiales —cuyas materias ya no están en la categoría de especialidad, sino en una nueva de “libre configuración autonómica”— y se deja libertad a las comunidades para redactar las evaluaciones externas de primaria —no así las reválidas de ESO y bachillerato—. Sin embargo, se mantiene el punto que ha levantado en armas a la Generalitat de Cataluña, el que le obligaría a ofrecer a los padres la posibilidad de que sus hijos estudien preferentemente en castellano, si es necesario, pagándoles un centro privado.
(….)“libertad de creación de centros” como principio educativo.…. en el apartado de principios de la educación (calidad, equidad, esfuerzo individual, cooperación entre el Estado y las comunidades) se añade una letra q): “La libertad de enseñanza y de creación de centro docente, de acuerdo con el ordenamiento jurídico”.